Para mí...

" Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." (Filipenses 1.21)

domingo, 24 de marzo de 2013

El inicio de la semana más intensa de todas...

"Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: "Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!  ¡Hosanna en las alturas!   
Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es este? 
Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea." 
Mateo 21.9-11

Imagen de: http://www.dominicos.net/arte/fernando_cabedo_torrents/40_
hosana_al_hijo_de_david_misal_diario_dominicano_1958.html
 
Con estas expresiones iniciaba una semana muy intensa... la más intensa de todas... de todas.  En el recuento escritural se nota que basta sólo una semana, o aún menos, para que la opinión que la gente se formula cambie drásticamente.  Como se ve en la narración bíblica, fue esta misma masa de gente que recibió con gran gozo a Jesús (Mateo 21.9-11) la que en apenas una semana estaría gritando con odio vehemente "Crucifícale, crucifícale" (Lucas 23.21). 
 
Esta semana, la cual hoy día denominamos como Semana Santa o Semana Mayor, nos desvela muchas cosas.  Entre ellas, que no nos podemos dejar llevar por las masas... pues las masas son volubles...  La gente, hoy siguen a uno... mañana a otro... en realidad, su lealtad está consigo misma.  Quedó demostrado que el éxito que se logra con ellas es muy breve - como el respaldo que Jesús obtuvo durante esa semana.  Esto supone, que debemos ser cautelosos nuestra motivación para seguir a Jesús... si lo seguimos porque gente a nuestro alrededor, amigos, familiares, personas que respetamos le siguen, estamos expuestos a seguir a cualquier otra persona si a quienes seguimos cambian de opinión.  No podemos seguir a Jesús dependiendo sólo de lo que escuchamos acerca de El a través de otras personas.  La opinión que otros se pueden formular acerca de Jesús, es precisamente eso, su opinión, no es una percepción exacta, ni completa y en ocasiones puede ser no fidedigna.  Tampoco podemos ignorar que estas pueden influir en nuestra percepción acerca de El.  Es por ello que es necesarios que debemos tener una experiencia personal con Jesús donde lo conozcamos más profundamente... un encuentro personal que nos deje saber que El es mucho más de lo que dice la gente a nuestro alrededor.
 
Sigamos a Jesús, no porque la gente esté levantado las palmas y celebrándole... sigamos a Jesús porque le conocemos... porque hemos sentido Su mirada de misericordia sobre nosotros... Sigámosle porque, aunque no entendamos a donde nos dirige, sabemos que Su profundo y vasto amor nos envolverá durante toda la jornada de nuestra vida... y aún más allá...

 

miércoles, 2 de enero de 2013

Arcoíris... el Pacto de Dios con nosotros

Para mi, los arcoíris siempre evocan esperanza, paz y alegría… por eso, cuando los veo me siento contenta. En ocasiones, también los uso como señal para corroborar la voluntad de Dios de Dios para mí. Tanto es así que en un día ...soleado casi a mediodía sin posibilidad alguna de que saliera un arcoíris, Dios me dio 2 arcoíris… Eso fue poco después que mi esposo abandonara el hogar… yo estaba tan confundida… no entendía lo que había sucedido y mucho menos sabía lo que tenía que hacer. Mi mente fluctuaba entre el dolor profundo e indecible y la frustración que produce la incomprensión de una situación… en medio de esto trataba de entender la voluntad de Dios para mi. De hecho, en mi tiempo devocional de esa mañana le había pedido al Señor que me diera dos arcoíris para así entender que Su voluntad en relación a este asunto. El día, como ya dije estaba precioso y soleado, así que yo no esperaba ver arcoíris alguno. Alrededor del mediodía me llegó la visita de una joven madre junto a sus dos preciosas niñas de la iglesia a la cual asisto.  Conversamos un rato y las niñas le pidieron papel para pintar y yo le facilité unos cuantos folios u hojas de papel… Las niñas se mantuvieron entretenidas pintando mientras su madre y yo conversábamos. Repentinamente la más pequeña de ellas me trajo un papel con un dibujo… era un arcoíris multicolor que tomaba casi toda la página… yo sorprendida no podía creerlo… cuando me dijo que volteara la hoja del papel donde había otro brillante arcoíris… aún conservo esos dos arcoíris trazados por una niña de 3 años como respuesta de Dios para mi…

A través del tiempo de espera le he pedido al Señor reconfirmaciones sobre lo mismo y nuevamente me ha mostrado Su arco en el cielo y en múltiples ocasiones… doble... En este ultimo año cuando se acerca el fin del tiempo que el Señor me dijo que esperara (3 años) he tenido mis altas y bajas, y en mis conversaciones con el Señor le había confesado mi incapacidad para esperar ese tiempo… A medida que el tiempo corría yo sentía que esperar se me hacía cada vez más difícil… y entendí el viejo adagio que dice “el que espera, desespera” … y desesperada yo estaba. Sin embargo, he gustado y vivido la fidelidad, la ayuda y la fortaleza de Dios en mis momentos de mayor debilidad…

Más aún, ayer, en el último día del año, hablando con unas amigas en el balcón de mi casa meditaba acerca de la fidelidad de Dios y de Su capacidad para cumplir todas Sus promesas cuando vi en el cielo… en la última tarde del año… un brillantísimo arcoíris y otro más sutil a su lado recordándome que Dios siempre hará Su parte. Finalicé el año en paz sabiendo y agradeciendo que Dios había sido fiel a mí…

Hoy, temprano en la mañana, cuando aún el vecindario dormía a causa de las fiestas de despedida de año, mi perro Maki me levantó y me pidió, como suele hacer, que le abriera la puerta del patio para salir… y cuando salí, le preparé, como de costumbre su comida y le puse agua… Entonces, me di cuenta de que en el cielo matutino se trazaba un claro y colorido arcoíris. Me moví más al centro del patio para verlo mejor y pude notar, como en la medida que este se hacía más brillante, que uno más tenue se dibujaba a su lado… Me dieron ganas de reír y de llorar a la vez… y creo que lo hice… porque vino a mi corazón la convicción de que el Dios que había sido fiel en mantener la promesa en el año que recién finalizaba y que así me lo había manifestado con los arcoíris de la tarde anterior… la cumpliría en el año que comenzaba…

El Señor puso su arco en las nubes para recordarnos que El guarda fielmente Sus promesas… 

"Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.   Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.  Y me acordaré del pacto mío..." (Génesis 9.13-15)
 

 ¡Gracias, Señor, por darnos una señal de Tu fidelidad tan hermosa!

martes, 1 de enero de 2013

Para conocer el camino en este nuevo año...


http://www.gamerwithgams.com/
has-the-clock-finally-struck-12-on-midnight-releases/
El conteo regresivo de 10... 9... 8... 7... 6... 5... 4... 3... 2... 1...y las doce campanadas marcan la llegada de un nuevo año... y con esto nos encontramos expectantes de nuevas cosas.  Muchos hacen resoluciones de aquellas cosas que desean alcanzar en el año que recién inicia.  Hay mucha expectación e incertidumbre en relación a lo que irá a ocurrir.  Algunos acuden a los astrólogos, adivinos o agoreros para conocer lo que ha de acontecer.   Y es que nuestra naturaleza humana anhela y desea saber lo que nos depara el futuro y anticipar situaciones y eventos que estaremos por recorrer.  Es por ello que la palabra que aparece en Josué 3.3-4 no resulta oportuna ante este nuevo camino que se abre ante nosotros.

El recién conformado pueblo de Israel, luego de separarse de los egipcios, había completado su proceso de estar 40 años en el desierto.  Su líder máximo, Moisés, había muerto, y ahora, el aprendiz y más cercano seguidor de Moisés, "Josué" había quedado al frente con el gran reto de tomar y repartir la tierra que Jehová Dios le había prometido y, ahora, le entregaba a Su pueblo Israel.  En este momento al pueblo le tocaba entrar a ocupar la tierra... previamente había enviado espías a la tierra que vieron que la tierra era buena y daba buen fruto pero también informaron que el pueblo que allí habitaba era grande, fuerte y estaban mejor preparados que Israel para hacer frente a sus enemigos.  Más recientemente habían enviado espías a Jericó para desarrollar la estrategia de ocupación... PERO ya el Señor había comenzado Su trabajo en medio del pueblo enemigo- aún cuando ellos estaban mejor preparados que Israel para enfrentar una guerra- y de manera particular instruye a Su pueblo a través de los líderes de la siguiente manera:
 "Cuando vean el arca del pacto del Señor su Dios, y a los sacerdotes levitas que la llevan, abandonen sus puestos y pónganse en marcha detrás de ella.  Así sabrán por dónde ir, pues nunca antes han pasado por ese camino..." (Jos. 3.3-4)
 
El arca del pacto era el lugar desde donde Dios hablaba con Su pueblo.  Esta equivalía a la misma presencia y dirección divina con ellos.  Esto queda establecido en Éxodo 25.22:
"Coloca el propiciatorio encima del arca, y pon dentro de ella la ley que voy a entregarte.  Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca del pacto. Desde la parte superior del propiciatorio te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas."
 
Así que desde el arca del pacto, la Palabra y la Presencia de Dios trazaba el camino que Su pueblo debía seguir.  De igual manera, ocurre con nosotros hoy, ya no desde el arca pero desde la Palabra de Dios la cual debemos atender y seguir.  Esto supone una dependencia ya que, en ocasiones, Dios mismo nos lleva por caminos que desconocemos. 

Lo maravilloso es que el Señor no nos deja a la deriva adivinando que es lo que debemos hacer.  El se complace en dirigirnos y mostrarnos el camino que debemos seguir a través de Su Palabra.  En ella misma nos garantiza que:
"El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti." (Salmo 32.8).
 
Cuánta seguridad y paz debe traer a nuestro ser... a nuestro corazón saber que Dios no sólo puede dirigir nuestros pasos, sino que desea hacerlo.  Dios nos declara la ruta... nos muestra el camino... y nos acompaña a través de toda la jornada.

En este año nuevo, tengamos por seguro que la voluntad de Dios es dirigirnos y guiarnos por el camino que recorreremos en el año que tenemos por delante.  ¿Cuál es, pues, nuestra responsabilidad?  Conocer y obedecer Su Palabra desde donde El nos revela que es lo que debemos hacer.  En este año nuevo resolvamos ser más fieles y obedientes a la Palabra de Dios...

¡Buen camino y un bendecido año nuevo!